domingo, 10 de noviembre de 2019

#NoEsUnaCrisisEsUnaEstafa, el nuevo single de L Kan


Si no me equivoco cuando descubrí a L Kan corría el año 2006. Época (voy a puntualizar por si da la casualidad de que me esté leyendo algún millennial) en la que los millennials de entonces (osea sé yo y mi generación) no usábamos Instagram (no existía) pero nos molaba mazo el Fotolog (que lo utilizábamos desde el ordenador, casi siempre fijo: vamos con su torre, su pantalla y sobre la típica mesa para PCs). Total, creo que sería por algún Fotolog relacionado con Fangoria, aunque no lo recuerdo, como descubrí a un grupo super divertido que se llamaba L Kan. Luego, el verano de ese mismo año, en mis múltiples paseos por Donostia/San Sebastián que casi siempre acababan en FNAC (en Pamplona todavía no había FNAC y, además, por entonces ir a FNAC era la posibilidad de comprar CDs que en otros sitios era imposible conseguir) me compré mi primer CD del grupo, Superenserio. Disco que contenía temazos como Modern talking, La Más Fané, Gayhetera o Viva la pestaña. Aunque la primera canción que escuché del grupo fue Aburrida de estar salida.



Pues bien, esta semana (electoral) L Kan ha publicado No es una crisis es una estafa y a primera escucha me ha trasladado a 2006. Y es que no sé por qué el sonido de su nuevo tema, y el estilo de letra directa y gamberra (aunque esto siempre les ha acompañado) me ha recordado a los primeros discos de L Kan.

No es una crisis es una estafa, frase sacada de las reivindicaciones del 15M, parece que habla sobre política pero como no podía ser de otra forma tiene un doble sentido y además nos cuenta el final de una relación, de ese momento en el que haces click y ves que lo que estás viviendo no es una crisis pasajera, sino que tu pareja es gilipollas. Y lo hace con frases tan magníficas como: "Fingiste ser adorable y el papel te queda grande", "Pensé que se te iba la olla, pero eres gilipollas" o "Tú eras una burbuja, no es que yo ahora sea una bruja".



En resumen, desde que sé de la existencia de L Kan, me han encantado. Y mientras sigan haciendo canciones que parece que no dicen nada, pero que critican mucho y más; y verles en directo sea tan divertido (ganas una buena dosis de agujetas y te quitas media docena de años a partes iguales), seguiré apoyándoles. Así que... qué viva la pestaña, Marie Kondo y los animales en extinción.

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