martes, 24 de julio de 2018

#ElProxeneta, una historia real y necesaria


Como le prometí, o más bien me pidió Mabel Lozano cuando me firmó mi ejemplar de El Proxeneta ("me lo tienes que contar", me puso), os voy a contar mi opinión sobre este libro, la historia real sobre el negocio de la prostitución.



Al final, no he podido empezarlo hasta que no he tenido vacaciones. El proxeneta me ha acompañado a la playa todos los días. Es más, no solo me ha enganchado desde la página uno, lo he bajado a la playa con orgullo, deseando que la gente que me viera se fijara en qué estaba leyendo y les entrara curiosidad; porque sin duda este libro debería ser lectura obligada en todos los institutos. Y por supuesto en todas las facultades de ámbito social y en todas las academias de policía y cuerpos de seguridad del estado. Y es que Mabel nos desgrana, de modo sencillo y muy legible, como es el funcionamiento de la prostitución y cómo se nutre en nuestro país de víctimas tratadas como "máquinas expendedoras de dinero", vamos de esclavas sexuales.

El libro, contado en primera persona por Miguel (el proxeneta), comienza contándonos brevemente como ha evolucionado la prostitución en nuestro país, y como estos macarras pasaron a traer engañadas a miles de mujeres procedentes de Colombia, Brasil o Paraguay, debido entre otros factores a la gran demanda de mujeres. Tratándolas peor que a ganado, engañándolas y exprimiéndolas sin ningún tipo de escrúpulo. Asimismo, habla de cómo los dueños de la prostitución (es decir de la trata de mujeres) blanqueaban el dinero sacado de su negocio y de la explotación de las mujeres; y de como todo este entramado contaba y cuenta con el apoyo de muchos sectores (banqueros, abogados, policías, taxistas...). Y es que como ya sabemos corruptos hay en todos los sitios, y en este país el dinero tapa muchas bocas, sin contar, claro está, que en una sociedad patriarcal como la que habitamos los prostíbulos son parte de nuestra geografía, y a muchos les interesa su existencia. Mirar para otro lado es fácil.



Durante la lectura del mismo, por cierto, no he podido dejar de pensar lo valiente que ha sido Mabel Lozano al dar voz a Miguel. Y como, con la personalidad y lo que se entrega en todos sus proyectos, ha tenido que vivir una montaña rusa de emociones escribiendo este libro. Porque aunque es verdad que El músico (apodo del protagonista) ha sido también muy valiente denunciando todo el entramado, ha pagado condena y todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad, en su pasado ha hecho cosas aterradoras. Y oírselas contar tiene que ser duro, aunque necesario.

Por último, que no quiero desgranar más el libro (es mejor que lo leáis), decir que al final, cuando te das cuenta que los proxenetas siguen actuando y modernizando sus técnicas de captación, sentí terror. Y no creáis que solo las mujeres sin recursos de países pobres son las engañadas (sí, pocas mujeres por no decir ninguna son prostitutas por vocación), se está empezando a captar mujeres españolas. Así que solo queda afrontar la trata de mujeres de frente, y para ello creo que lo principal es la sensibilización. Llamar a las cosas por su nombre y que la presión social dificulte a estos proxenetas su labor. No hay prostitución sin clientes, no lo olvidemos.

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