El otro día camino a cenar con Bea, Sandra y Ainhoa (sí, esas amiguis que ves menos de lo que quisieras pero siempre están ahí para hacer una sesión de terapia grupal o para perrear hasta el suelo) pusieron en la radio Al olvido de Elefantes.
Era la nueva versión con Rozalén, Mikel Izal, Coque Malla, Noni de Lori Meyeres y Ara Malikian, pero siempre que suena esa canción (ya sea la original o esta última versión) me viene un momento concreto a la cabeza. El momento en que supe que la Cris iba a ser mi amiga por el resto de los días, amén.
Era 2005, Elefantes era (y sigue siendo) uno de mis grupos favoritos desde sus inicios con Azul. A Cris la había conocido, creo, no hacía mucho gracias a Raquel y a unas entradas de Fangoria. No sé en qué momento hablaríamos de la nueva canción de Elefantes, Al olvido. Quizá fue esa misma tarde, no lo recuerdo. Y a la Crosita no le vamos a preguntar porque tiene más memoria de Nemo que yo (lo mío es algo relativamente reciente, lo suyo le viene de serie). Pero si recuerdo que me llegó un mensaje suyo (sí, en 2005 nos comunicábamos con SMS, no existía WhatsApp) que decía: "Estoy en la villavesa (el autobús para los que no seáis de Pamplona). Está sonando Al olvido. Me encanta".
Y sí, en ese momento supe que íbamos a ser buenas amigas. 18 años nos avalan. Y también supe que la amistad que estábamos haciendo no la íbamos a guardar en un cajón regalándosela al olvido. Sí, siempre me voy a inventar la letra. Sorry,
Felicidades Cris. Este post lleva escrito ocho días, pero si lo hubiera publicado no coincidiría con tu cumpleaños y perdería la gracia. Disfruta de tu día.