Cuando escuché por primera vez que iban a hacer una obra de teatro sobre el caso de la manada pensé: "¡Ostras que proyecto tan complicado!". Luego llegó el estreno, empecé a leer buenas críticas y nos quedamos sin entradas en una visita a Madrid. Pues bien, esta semana he visto Jauría y me ha parecido impresionante. ¡Viva el teatro documento!
Fue comenzar la obra y trasladarme al día siguiente de la violación. No pude evitar que se me viniera a la cabeza el 7 de julio de ese año cuando estaba en la piscina leyendo el periódico y me enteré de la noticia, y cómo en uno de mis grupos de WhatsApp una chica defendía a los violadores porque un guardia civil y un militar no podían hacer eso. Recuerdo mi respuesta tajante y como mis amigxs y yo fuimos esa tarde a manifestarnos. También recordé como en el juicio la entrada de la audiencia de Pamplona estaba llena de gente que gritaba "yo si te creo" y que yo no pude ir porque estaba enfermo. Y es precisamente ese momento uno de los que más me gustaron de la obra, que se viera que gran parte de la sociedad Navarra, del Estado y del mundo estaban con la victima. Que algo estaba empezando a cambiar. Que empezaba a haber una concienciación social diferente.
No quiero desvelar nada de la obra, solo quiero recomendar a todo el mundo que la vea. Y dar las gracias a todxs lxs que han hecho posible esta obra (Teatro Kamikaze, reparto artístico, su director Jordi Casanovas, etc.) que nos hace recapacitar sobre la sociedad patriarcal y machista en la que vivimos. Una obra realista, necesaria y sobre todo hecha con tanto cariño y respeto a la víctima. Una obra que habla de empatía y de lucha común. GRACIAS. Nunca había visto al Teatro Gayarre aplaudir así.
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