Al más puro estilo María Teresa Campos, Noqui Sobadito Martínez: periodista, publicista, crítico televisivo, musical y de la vida, pretende (otra cosa es conseguirlo) hacerte pasar un buen rato y debatir sobre música, televisión, publicidad y/o lo que se tercie.
viernes, 16 de octubre de 2015
Hablemos de teatro: #WindermereClub, #Espacio y #LoMaloDeSerPerfecto
En mis últimas visitas a Madrid, como suelo acostumbrar, he aprovechado para ver un poco de teatro. Esta vez, las obras elegidas fueron Windermere Club, que me encantó, Espacio, que también me encantó, y Lo malo de ser perfecto con Antonia San juan a la cabeza, que también me gustó pero no tanto como las anteriores. Si me pusiera en plan crítico de revista cultural, si a las dos primeras les daría tres estrellas y media de cuatro posibles, a esta última le daría únicamente dos y media. Todavía le queda un poco de rodaje, creo.
Mi admiración y amor por Natalia Millán me llevó a ver Windermere Club en el Centro Cultural de la Villa Fernan Gómez, por cierto uno de los teatros con las butacas más cómodas de todos los que he estado.
Windermere Club es la adaptación de Juan Carlos Rubio (con la dirección de Gabriel Olivares) de El abanico de Lady Windermere, una de las obras más conocidas de Óscar Wilde, que se sitúa en un club de salsa. Y es ahí precisamente donde repara el acierto de esta versión. El reparto que cuenta con Natalia Millan, Teresa Hurtado de Ory, Javier Martín, Susana Abaitua, Emilio Buale y Harlys Becerra se mueve en el club como pez en el agua y con la excusa del baile nos relatan una historia de lo más actual: el miedo a la difamación, al que dirán y la importancia de la imagen propia. Y todo a través del amor, los celos, el aparentar, el que dirán y sobre todo a través de la salsa. Salsa que, por cierto, no empalaga, sino que une la historia. Todos los actores y actrices están fantásticos, pero destacar el papel de Teresa Hurtado de Ory en el papel de Katy, que está divertidísima. Impecable. El de Susana Abaitua como Sara, que le de un toque de ingenuidad mágico y muy creíble. Y el de Natalia Millán como señora Nadir, una mala que quizá no es tan mala. ¿O sí?
En el Nuevo Teatro Alcalá pude disfrutar de Espacio, una comedia sobre la convivencia en pareja. Pero una comedia de parejas que va más allá de los tópicos del difunto Escenas de Matrimonio de Telecinco. Una comedia sencilla pero que desde el tópico lo supera y hace humor "sin filtros", como bien nos dijo la encantadora Nerea Garmendia tras la función. Cualquiera puede sentirse identificado con alguna de las situaciones que suceden.
La obra, perfectamente resuelta y mejor interpretada (se nota que hay muchas horas de trabajo y mucho filing entre los actores), está interpretada por Andoni Agirregomezkorta, Miriam Benoit, Alex Barahona y Nerea Garmendia. Tras el éxito de su primera temporada, puedes disfrutar de Espacio hasta el 8 de noviembre en el Teatro Nuevo Alcalá.
Por último, visité el Teatro Nuevo Apolo para ver Lo malo de ser perfecto dirigida e interpretada por Antonia San Juan (Compañía de Teatro Trece Producciones). Antonia se acompaña para la sucesión de sketchs de que se compone la obra (muchas veces muy bien relacionados entre sí) de Félix Navarro y Luis Miguel Seguí que están muy afinados en sus distintas interpretaciones. Antonia San Juan, en cambio, va de menos a más, culminando con una actuación excelente en la sala de espera del médico.
Lo malo de ser perfecto es, como nos tiene acostumbrados Antonia, una comedia aguda y muy unida a la realidad presente de nuestro país y sus barrios. Combina el humor de sus punzantes diálogos con alguna que otra canción interpretada en directo. Una obra que sin duda supone mucho esfuerzo interpretativo, quizá un poco más para Antonia San Juan que lleva el peso de la misma, pero que recuerdo es un esfuerzo que nace gracias a que el público hace otro esfuerzo: decidir que espectáculo va a ver (en Madrid hay muchos), salir de casa y pagar la entrada. #NadieEsPerfecto
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