La noche de ayer se celebró la segunda semifinal de Eurovisión y, como ya me pasó en la primera gala con Eslovenia, eliminaron mis dos favoritas de la noche, Bulgaria y Macedonia. ¡Y eso que de 17 pasaban 10! De verdad, no entiendo que empeño en pasar baladas aburridas y lloronas a la final, ¡reivindiquemos la originalidad y el divertimento en Eurovisión!
Desde ayer soy fan de la gitana de 69 años vestida de Hija del Sol de Macedonia por siempre jamás. Y lo mismo de la muchacha de Bulgaria, de la que ya me hice fan en 2007 cuando pasó a la final y ambos, ella y yo, lo pasamos genial. Ella dándole a los tambores mientras no afinaba ni una nota de principio a fin. F-A-N.
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